Estemos donde estemos, las matemáticas están presentes, las veamos o no. Se utilizan en las ciencias de la ingeniería, ciencias de la vida, en la tecnología, en la comunicación, la economía, la medicina, la biomedicina y tantos otros campos. Son útiles porque nos sirven para reconocer, interpretar y resolver los problemas que aparecen en la vida cotidiana. Además de proporcionarnos un poderoso lenguaje con el que podemos comunicarnos con precisión ya que se encuentra en toda información estadística.
La educación en sus diferentes manifestaciones es un proceso formativo, continuo y progresivo, de acuerdo a este orden, la respuesta dada por los estudiantes en los inicios de la educación superior debido a la falta de articulación entre la educación media y la educación superior no es la esperada.
En el primer semestre es notorio que muchos estudiantes no lo terminan o se retiran porque no han sido prudentes en la selección de su carrera de pregrado, no se realizan una autoevaluación, no analizan factores como son la vocación, aptitudes, proyección social, demanda laboral y desarrollo futuro es decir no realizan una orientación profesional. De las operaciones concretas en la educación media se pasa al formalismo en la educación superior y es aquí donde las matemáticas muestran su mayor incidencia y el estudiante se retira bien sea por apatía o en su mayor parte por la falta de fundamentos en el área de matemáticas.